Esta semana que termina ha sido particularmente dura para el parlamento y para todos los chilenos. Hemos tenido que tomar decisiones importantes, que no sólo pueden afectar a las generaciones presentes, sino que también a todas las futuras.

El avance que tuvo la iniciativa que busca el retiro del 10% de los Fondos de las AFP nos preocupa y nos alerta sobre el fin último que tienen al respecto algunos sectores políticos. Lo he dicho fuerte y claro, estamos frente a un proyecto que en su trasfondo busca debilitar el actual sistema económico que tiene el país.

Muchos de nosotros hemos trabajado por mejorar el actual sistema de pensiones, porque sabemos que no entrega los recursos necesarios para que los jubilados puedan vivir como merecen. Este proyecto lo que hace es retroceder en ese esfuerzo.

Se trata de un proyecto que es regresivo y que no soluciona los problemas que originalmente se habían planteado, que eran para casos excepcionales y orientado a personas que estaban sufriendo las consecuencias económicas derivadas de la pandemia del Covid-19.

Sin embargo, eso cambió y hoy, por su carácter universal, esta iniciativa coloca en jaque a la totalidad de los cotizantes, los cuales podrán disponer de una fracción de sus ahorros, hipotecando el futuro luego de finalizar su vida laboral.

Mi voto de rechazo no fue para hacer una defensa de las Administradoras de Fondos de Pensiones o al gobierno, sino que lo hice porque el proyecto obedece a una finalidad distinta que es destruir un modelo de sociedad económico que hoy nos rige. Sabemos que es un modelo que puede ser mejorado, pero no hay que desconocer que ha permitido sacar a muchas personas de la pobreza y también ha ayudado a la clase media.

Pero no solo yo creo que este es un mal proyecto, también lo han planteado los ministros de Hacienda de distintos gobiernos. Lo dijo Eyzaguirre, Valdés, José Pablo Arellano y varios economistas de la Nueva Mayoría.

Se ha dicho que quienes votamos en contra de este proyecto estábamos defendiendo los intereses de las AFP, nada más alejado de la realidad. Creemos que se está jugando con las ilusiones de la gente.

Reitero que estoy disponible para discutir el tema del retiro para aquellos casos excepcionales, de personas que realmente requieren esos recursos.

Sabemos que el gobierno tardó en presentar medidas concretas para la clase media y por ello hemos presentado a las autoridades centrales un conjunto de acciones que efectivamente logren darle un respiro a las familias, bajo el concepto de “pan para hoy, pero también pan para mañana”

Reiteramos que retirar recursos desde las AFP es una muy mala idea. El camino correcto es que el Estado abra la billetera y solucione los problemas a la clase media ahora y no sacrificar los ahorros de millones de chilenos tras una vida laboral

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